Про тапас

Las tapas
Las tapas

Как-то утром в Севилье я брала в кофейне кофе с собой. На улице было холодно, и я подумала, что неплохо бы было закрыть стакан крышкой. Но я никак не могла вспомнить, как же будет «крышка» по-испански. Знала бы я тогда, что тапас — всем известные легкие закуки под вино — начинались как лист бумаги (по одной из версий), которым накрывался бокал вина, чтобы в него не попала пыль.  Но в свое оправдание могу сказать, что в моем представлении и до и после посещения Испании тапас остались в виде орешков, маслин-оливок и нарезанных овощей. Поэтому неудивительно, что у меня не возникло ассоциации «крышка-tapa».

Вот еще версии происхождения тапас:

  • «Когда-то, еще в 16 веке, кругом (в Испании) была жуткая грязь и антисанитария. И тогда, чтобы в напитки не падали мошки, их прикрывали куском хлеба, а после на хлеб стали класть еду». (Афиша-Мир. Июль-Август 2011)
  • (исторический анекдот) О происхождении названия тапас (tapas) известна легенда, связанная с королем Альфонсо ХIII, который, будучи в Кадисе, решил выпить бокал вина в городском кафе. Расположившись со своей свитой на открытой террасе кафе, он заказал себе херес. В этот момент поднялся сильный ветер с песком, и находчивый официант, подавший вино королю, накрыл бокал ломтиком jamona, чтобы не запылилось вино. Королю понравилась эта идея, он съел tapas, запил вином и попросил еще бокал с такой же закуской. С тех пор этот обычай, как свидетельствует история, прочно вошел в практику.
  • из книги (вариант с листом бумаги)
«Sucedió en Sevilla, en la calle Sierpes más concretamente, en uno de sus círculos o casinos que en ella abundaban y de los que, todavía hoy, quedan algunos. Corría el siglo XVIII y los socios de esos locales —la flor y nata de la aristocracia y la burguesía sevillana— pretendían parecerse lo máximo a los ingleses. Lo british estaba de moda. Esos mismos círculos eran copia casi exacta de los clubs británicos. Allí se hablaba de política, de economía, y de guerras. Se leían los diarios y se sentaban los socios delante de los grandes ventanales que daban a la calle Sierpes para ver pasar por delante de sus aristocráticos ojos el devenir de la ciudad. Tratantes, mendigos, chalanes, falsos caballeros, vendedores ambulantes y demás ralea; todo ello —eso sí— bien protegidos del calor y del polvo por los impolutos cristales/escaparates de sus miradores.
A la hora del aperitivo, mientras las campanas de la catedral tocaban al ángelus, los botones y recaderos de todos los casinos se esparcían por Sierpes y sus alrededores camino de los colmaos para llevarles a los señoritos las copas de vino que les han encargado; generoso (el vino), por supuesto. De Jerez, de Sanlúcar, de Montilla-Moriles, de Málaga, del Condado de Huelva… Aunque solía predominar el primero, que es el más british de todos los ellos basta con mirar los apellidos de sus etiquetas: Osborne, Byass, Harvey, Williams & Humbert, Sandeman… —… Y Domecq—No, Domecq no, ese apellido es francés.—Es que estos gabachos están por todas partes…Lo más de lo más era tomar una copa de amontillado, el mejor de todos. El más selecto. El más viejo. El más aromático. Tanto, que la costumbre era verter la última gota del vaso en el blanco e inmaculado pañuelo de hilo a modo de perfume. Madera vieja y especias de Oriente en las entretelas de aquellos prohombres. Adinerados unos y amojamados otros, pero siempre guardando las apariencias, faltaría más, que si no a ver cómo caso a mi hija con el hijo de ese advenedizo (пришлый, нездешний) de Medinavieja de Villagarcía, que todo el mundo sabe que, en realidad, se llama Medina García y que el “Vieja” y el “Villa” los fue sumando conforme iba subiendo su cuenta corriente. Cualquier cosa con tal de repintar sus blasones, como más tarde escribiría el poeta. A que no se imaginaban que nuestra reina y amiga la tapa hubiese nacido en este ambiente? Sorpresas que te da la vida. Y la cosa fue más o menos así:
—Niño, alárgate al colmado y tráete unas cañas de amontillado.
—¿A cuál don José?
—Al de siempre, no hagas preguntas tontas, y dile al tendero que te tape los vasos con medio pliego de papel de estraza, que hace aire y llega el vino lleno de polvo.
—Volando don José.
Así hasta que un día el niño volvió con una novedad.
—Don José, que en el colmao de enfrente tapan las cañas con una lonchita de jamón en vez de con papel.
—¿¡Cómo!? Ya estás tardando en ir a por ellas.
Y así fue su nacimiento. Igual en vez de jamón fue de chorizo, de lomo o de queso, el caso es que, ya desde recién nacida, formó el revuelo. Ese mismo polvo que les molestaba a los señoritos en el vino les sabía a gloria en la chacina. Tapa y copa. Copa y tapa. ¿Se dan ustedes cuenta ahora del por qué del tamaño exacto que debe tener la tapa? En cuanto al nombre, ya lo habrán supuesto: Tapa viene de tapar, de tapadera, que, al fin y al cabo, fue el motivo de su nacimiento. Ella nació para tapar el vino, para cuidarlo. Desde el principio están unidos inexorablemente.
А еще, последний на сегодняшний день 77 номер Veinte Mundos посвящен как раз таки tapas! Читаем!
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